UN MODELO
FAMILAR
Debemos
partir de que la familia está en constante cambio, es decir, en una
sinergia con los cambios que se suceden en la sociedad. De esta manera la
familia cumple con dos objetivos: uno es interno lo cual tiene que ver con
protección psicosocial de sus miembros, así por ejemplo el cuidado del niño o
del anciano. Dos es externo lo cual se
relaciona con la acomodación a una cultura y la transmisión de esa cultura,
esto se puede ver en los nuevos modelos familiares, y en la justificación de
estos modelos con sus conductas en la escuela, la iglesia, en otros.
Junto a todos estos cambios, el hombre moderno sigue
adhiriendo a una serie de valores que pertenecen a una sociedad diferente, una
sociedad en la que los límites entre la familia y lo extrafamiliar están
delineados con claridad. La adherencia a un modelo pasado de moda conduce a
clasificar a muchas situaciones que son claramente transicionales como
patológicas y patogénicas. (Minuchin, 2003:79).
LA MATRIZ DE LA IDENTIDAD
La familia, es la matriz de la identidad; un laboratorio
en donde se mezclan y se proveen dos ingredientes a saber: el sentimiento de
identidad y el sentido de separación. Así pues la familia imprime a sus
miembros un sentimiento de identidad independiente. Ahora bien
En los procesos precoces de socialización, las familias
moldean y programan la conducta del niño y el sentido de la identidad. El
sentido de pertenencia se acompaña con una acomodación por parte del niño a los
grupos familiares y con su asunción de pautas transaccionales en la estructura
familiar que se mantienen a través de los diferentes acontecimientos de la
vida. (Minuchin, 2003: 80).
El sentido de separación y de individuación es posible por la participación
en diferentes subsistemas familiares en diferentes contextos familiares y a su
vez en la participación en grupos extrafamiliares. De esta manera se crea un
territorio psicológico y transaccional para el niño.
Vale la pena subrayar que la familia, aunque es la
matriz del desarrollo psicosocial de sus miembros, ésta también debe acomodarse
a la sociedad y garantizar alguna continuidad a su cultura. Tal dilema le
plantea a la familia cierta tensión que sirve para criticarla y someterla a
intereses de grupos sociales.
En cuanto a los terapeutas que atienden a las
familias-pacientes, cabe decir que no hay forma de distinguir la familia normal
de la anormal por ausencia de problemas. Por tal razón el terapeuta debe
disponer de un esquema conceptual del funcionamiento familiar que le ayude
analizar a una familia. De esta manera, un esquema basado en la concepción de
la familia como un sistema que opera dentro de contextos sociales específicos en
tres componentes. 1. La estructura de una familia como un sistema sociocultural
abierto en proceso de transformación. 2. El desarrollo de la familia a través
de un cierto número de etapas que exigen reestruturacion.3. La adaptación de la
familia a las circunstancias cambiantes de tal modo que mantenga una
continuidad y fomente el crecimiento psicosocial de cada miembro.
ESTRUCTURA FAMILIAR
“Es el conjunto invisible de demandas funcionales
que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia” (Minuchin, 2003:86).
De esta manera podemos ver que la familia es un sistema que opera a través
de pautas transaccionales que al repetirse indican de qué manera, cuándo y con
quién relacionarse; el establecimiento de estas pautas que apuntalan el
sistema.
Las pautas transaccionales son centrales, en cuanto regulan la conducta de
los miembros de la familia y son mantenidas por dos sistemas de coacción. El
primero es genérico e implica las reglas universales que gobiernan la
organización familiar. P.E. la jerarquía de poder en la que los padres y los
hijos poseen niveles de autoridad diferentes. El segundo sistema de coacción es
idiosincrático, e implica las expectativas mutuas de los diversos miembros de
la familia.
La estructura familiar, pese a las distintas tensiones a las que se ve
sometida, debe ser capaz de aptarse cuando las circunstancias cambian. Su
existencia depende de una gama suficiente de pautas, de la disponibilidad de
pautas transaccionales alternativas, y la flexibilidad de movilizarlas cuando
es necesario hacerlo.
La familia, dice Minuchin, S (2003) debe responder a cambios internos y
externos y, por lo tanto, debe ser capaz de transformarse de tal modo que le
permita encarar nuevas circunstancias sin perder la continuidad que proporciona
un marco de referencia a sus miembros.
Los subsistemas del sistema familiar permiten diferenciar y desempeñar las
funciones asignadas, Estos subsistemas lo conforman los individuos en el
interior de una familia. P.E las diadas Marido-mujer o Madre-hijo, pueden ser subsistemas, pero
también pueden ser formados por género, edad, interés o función. Así cada
miembro pertenece a diferentes subsistemas en los que posee diferentes niveles
de poder y en los que aprende habilidades diferenciadas.
Dentro de la estructura familiar son importantes los límites para el
funcionamiento de los subsistemas, límites que están constituidos por las
reglas que definen quienes participan y de qué manera.
En el subsistema conyugal, las principales cualidades requeridas para la
implementación de sus tareas son la complementariedad y la acomodación mutua, e
decir que cada esposo apuntala la acción del otro en muchas áreas y esto se
logra a través del desarrollo de pautas por parte de la pareja. Los límites del
sistema conyugal requieren ser revisados en terapia, puesto que indican en
muchos casos situaciones problemáticas dentro de la estructura familiar.
El subsistema parental. Se genera cuando nace el primer hijo, lo cual da
lugar a un nuevo nivel de formación familiar. Este subsistema requiere de la
incorporación de otros límites diferentes a los del subsistema conyugal. La
incorporación del hijo demanda limites
diferentes que van relacionados con la socialización del niño y su inclusión al
subsistema conyugal.
El subsistema fraterno.es el primer laboratorio social en el que los niños
pueden experimentar relaciones con iguales. Minuchin, S (2003). Es en este escenario
donde los niños se apoyan, aíslan,
descargan sus culpas y aprenden mutuamente.
ADAPTACION DE LA FAMILIA
(Minuchin, 2003:96) dice con respecto a las
fuerzas a las que se ve sometida la familia que:
“Una familia se encuentra
sometida a presión interna originada en la evolución de sus propios miembros y
subsistemas y a la presión exterior originada en los requerimientos para
acomodarse a las instituciones sociales significativas que influyen sobre los
miembros familiares”.
Dichas tensiones exigen que la familia responda a
tales requerimientos y se transformen sin perder su continuidad. Este proceso
de cambio y de continuidad requiere
acomodación a las nuevas situaciones, y es tarea del terapeuta minimizar los
posibles efectos de desarticulación que conlleve la adaptación. El stress de
la familia sometida a tales fuerzas
moviliza transformaciones que podrían ser asistidas por el terapeuta, en caso
de que presenten dificultades para sumir tales cambios y mantenerse.
En resumen el esquema conceptual de una familia normal
presenta tres facetas a saber:
- Una familia se transforma a lo largo del tiempo adaptándose y reestructurándose para seguir funcionando.
- La familia posee una estructura que solo puede observarse en movimiento
- Una familia se adapta al stress de un modo tal que mantiene la continuidad y al mismo tiempo permite reestructuraciones. Así una familia va a terapia cuando responde al stress con rigidez.
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