viernes, 21 de abril de 2017

CAPITULO III UN MODELO FAMILIAR




UN MODELO
 FAMILAR

Debemos  partir de que la familia está en constante cambio, es decir, en una sinergia con los cambios que se suceden en la sociedad. De esta manera la familia cumple con dos objetivos: uno es interno lo cual tiene que ver con protección psicosocial de sus miembros, así por ejemplo el cuidado del niño o del anciano. Dos  es externo lo cual se relaciona con la acomodación a una cultura y la transmisión de esa cultura, esto se puede ver en los nuevos modelos familiares, y en la justificación de estos modelos con sus conductas en la escuela, la iglesia, en otros.

Junto a todos estos cambios, el hombre moderno sigue adhiriendo a una serie de valores que pertenecen a una sociedad diferente, una sociedad en la que los límites entre la familia y lo extrafamiliar están delineados con claridad. La adherencia a un modelo pasado de moda conduce a clasificar a muchas situaciones que son claramente transicionales como patológicas y patogénicas. (Minuchin, 2003:79). 















LA MATRIZ DE LA IDENTIDAD

La familia, es la matriz de la identidad; un laboratorio en donde se mezclan y se proveen dos ingredientes a saber: el sentimiento de identidad y el sentido de separación. Así pues la familia imprime a sus miembros un sentimiento de identidad independiente. Ahora bien
En los procesos precoces de socialización, las familias moldean y programan la conducta del niño y el sentido de la identidad. El sentido de pertenencia se acompaña con una acomodación por parte del niño a los grupos familiares y con su asunción de pautas transaccionales en la estructura familiar que se mantienen a través de los diferentes acontecimientos de la vida. (Minuchin,  2003: 80).

El sentido de separación y de individuación es posible por la participación en diferentes subsistemas familiares en diferentes contextos familiares y a su vez en la participación en grupos extrafamiliares. De esta manera se crea un territorio psicológico y transaccional para el niño.

Vale la pena subrayar que la familia, aunque es la matriz del desarrollo psicosocial de sus miembros, ésta también debe acomodarse a la sociedad y garantizar alguna continuidad a su cultura. Tal dilema le plantea a la familia cierta tensión que sirve para criticarla y someterla a intereses de grupos sociales.

En cuanto a los terapeutas que atienden a las familias-pacientes, cabe decir que no hay forma de distinguir la familia normal de la anormal por ausencia de problemas. Por tal razón el terapeuta debe disponer de un esquema conceptual del funcionamiento familiar que le ayude analizar a una familia. De esta manera, un esquema basado en la concepción de la familia como un sistema que opera dentro de contextos sociales específicos en tres componentes. 1. La estructura de una familia como un sistema sociocultural abierto en proceso de transformación. 2. El desarrollo de la familia a través de un cierto número de etapas que exigen reestruturacion.3. La adaptación de la familia a las circunstancias cambiantes de tal modo que mantenga una continuidad y fomente el crecimiento psicosocial de cada miembro.





















ESTRUCTURA FAMILIAR

“Es el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia” (Minuchin,  2003:86).
De esta manera podemos ver que la familia es un sistema que opera a través de pautas transaccionales que al repetirse indican de qué manera, cuándo y con quién relacionarse; el establecimiento de estas pautas que apuntalan el sistema.

Las pautas transaccionales son centrales, en cuanto regulan la conducta de los miembros de la familia y son mantenidas por dos sistemas de coacción. El primero es genérico e implica las reglas universales que gobiernan la organización familiar. P.E. la jerarquía de poder en la que los padres y los hijos poseen niveles de autoridad diferentes. El segundo sistema de coacción es idiosincrático, e implica las expectativas mutuas de los diversos miembros de la familia.

La estructura familiar, pese a las distintas tensiones a las que se ve sometida, debe ser capaz de aptarse cuando las circunstancias cambian. Su existencia depende de una gama suficiente de pautas, de la disponibilidad de pautas transaccionales alternativas, y la flexibilidad de movilizarlas cuando es necesario hacerlo.

La familia, dice Minuchin, S (2003) debe responder a cambios internos y externos y, por lo tanto, debe ser capaz de transformarse de tal modo que le permita encarar nuevas circunstancias sin perder la continuidad que proporciona un marco de referencia a sus miembros.

Los subsistemas del sistema familiar permiten diferenciar y desempeñar las funciones asignadas, Estos subsistemas lo conforman los individuos en el interior de una familia. P.E las diadas Marido-mujer  o Madre-hijo, pueden ser subsistemas, pero también pueden ser formados por género, edad, interés o función. Así cada miembro pertenece a diferentes subsistemas en los que posee diferentes niveles de poder y en los que aprende habilidades diferenciadas.

Dentro de la estructura familiar son importantes los límites para el funcionamiento de los subsistemas, límites que están constituidos por las reglas que definen quienes participan y de qué manera.
En el subsistema conyugal, las principales cualidades requeridas para la implementación de sus tareas son la complementariedad y la acomodación mutua, e decir que cada esposo apuntala la acción del otro en muchas áreas y esto se logra a través del desarrollo de pautas por parte de la pareja. Los límites del sistema conyugal requieren ser revisados en terapia, puesto que indican en muchos casos situaciones problemáticas dentro de la estructura familiar.

El subsistema parental. Se genera cuando nace el primer hijo, lo cual da lugar a un nuevo nivel de formación familiar. Este subsistema requiere de la incorporación de otros límites diferentes a los del subsistema conyugal. La incorporación del hijo  demanda limites diferentes que van relacionados con la socialización del niño y su inclusión al subsistema conyugal.

El subsistema fraterno.es el primer laboratorio social en el que los niños pueden experimentar relaciones con iguales. Minuchin, S (2003). Es en este escenario donde los niños  se apoyan, aíslan, descargan sus culpas y aprenden mutuamente.













ADAPTACION DE LA FAMILIA

(Minuchin, 2003:96) dice con respecto a las fuerzas a las que se ve sometida la familia que:
“Una familia se encuentra sometida a presión interna originada en la evolución de sus propios miembros y subsistemas y a la presión exterior originada en los requerimientos para acomodarse a las instituciones sociales significativas que influyen sobre los miembros familiares”.
Dichas tensiones exigen que la familia responda a tales requerimientos y se transformen sin perder su continuidad. Este proceso de cambio y de continuidad  requiere acomodación a las nuevas situaciones, y es tarea del terapeuta minimizar los posibles efectos de desarticulación que conlleve la adaptación. El stress de la  familia sometida a tales fuerzas moviliza transformaciones que podrían ser asistidas por el terapeuta, en caso de que presenten dificultades para sumir tales cambios y mantenerse.
En resumen el esquema conceptual de una familia normal presenta tres facetas a saber:
  • Una familia se transforma a lo largo del tiempo adaptándose  y reestructurándose para seguir funcionando.
  • La familia posee una estructura que solo puede observarse en movimiento
  • Una familia se adapta al stress de un modo tal que mantiene la continuidad y al mismo tiempo permite reestructuraciones. Así una familia va a terapia cuando responde al stress con rigidez. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario