viernes, 21 de abril de 2017

CAPITULO VII FORMACIÓN DE UN SISTEMA TERAPEUTICO

VII
FORMACIÓN DEL SISTEMA TERAPÉUTICO


Como punto de partida las bases de la terapia son: la formación del sistema terapéutico y la manera como el terapeuta logra ser líder dentro de ese sistema terapéutico, también conocido  como métodos del terapeuta u operaciones de asociación, las cuales son fundamentales en este proceso, ya que si el terapeuta no logra asociarse a la familia y no logra establecer un sistema terapéutico entonces la reestructuración no se va a producir y los objetivos propuestos por el terapeuta no se alcanzarán.

También se deben  tener en cuenta dos términos del mismo proceso como son la unión y el acomodamiento. La Unión tiene que ver con todas esas acciones que el terapeuta debe realizar para establecer relaciones con cada miembro de la familia. Y la Acomodación es como el terapeuta logra adaptarse a la familia, pero también como esa familia logra adaptarse al terapeuta, para lograr  una alianza, para que esa alianza se produzca  se deben hacer tres cosas importantes las cuales tienen  que ver con el hecho de aceptar: la organización de la familia, el estilo, que tiene que ver con las costumbres familiares y el  modo de expresarse, e incorporarse en sintonía dentro de la familia. El terapeuta debe de igual manera experimentar las pautas transaccionales que se refiere a las normas, reglas y funciones que cumple cada miembro de la familia. Como se relacionan; que tan fuertes son las relaciones  y como es la influencia de estas pautas; que tan marcadas o que tan flexibles son.

Dentro de la acomodación el terapeuta podrá realizar tres tipos de intervención:
Mantenimiento donde el terapeuta proporciona apoyo a cada miembro de la familia cuando él  lo crea conveniente, el terapeuta puede optar por mantener las pautas transaccionales específicas.
En los entrelazamientos de la terapia, las operaciones de mantenimiento pueden desempeñar una función de reestructuración, cuando el terapeuta apoya a un subsistema, otras partes de la familia pueden verse obligadas a reestructurarse o acomodarse a este apoyo. (Minuchin,  2003:188).  

Rastreo el terapeuta indaga y hace seguimiento al contenido de las comunicaciones y a las conductas de la familia. El rastreo fortalece a los miembros de la familia al estimular la información.

Y por último el Mimetismo  el terapeuta se asemeja a los miembros de la familia para poder acomodarse al estilo familiar y a sus modalidades afectivas, de este modo adopta el ritmo familiar.


DIAGNOSTICO


A partir de la suposición hecha por el terapeuta se desarrolla una investigación de sus experiencias y observaciones que están relacionadas con el  proceso de unión familiar. Al evaluar las transacciones de la familia el terapeuta se concentra en seis áreas fundamentales: Una - la estructura de la familia, sus pautas transaccionales preferibles y las alternativas disponibles. Dos - la flexibilidad del sistema y su capacidad de elaboración y reestructuración. Tres - la resonancia del sistema familiar, su sensibilidad ante las acciones individuales de los miembros. Cuatro - el contexto de vida de la familia, analizando las fuentes de apoyo y de stress en la ecología de la familia. Cinco - el campo de desarrollo de la familia y su rendimiento en las tareas apropiadas a este campo y Seis - los síntomas del paciente identificado para analizar el mantenimiento de las pautas preferidas por la familia.


EL CONTRATO TERAPÉUTICO


El contrato plantea un acuerdo de ayuda para la familia con el problema que ha traído a terapia. Cuando ya el terapeuta ha identificado el problema manifestando, procede a buscar el origen del problema donde incluye las interacciones familiares. El tratamiento se puede realizar en el consultorio, en la casa, en la escuela, se puede desplazar de un lugar a otro, considerar la frecuencia de las sesiones y el tiempo que se extenderán. Todos esos términos pueden modificarse a medida que la terapia va evolucionando.




UNIÓN CON LOS SUBSISTEMAS


La unión con un subsistema constituye una intervención reestructurante, debido a que otros miembros de la familia deben reagruparse para que se pueda absorber el impacto de la alianza del terapeuta con otro subsistema. Las técnicas son habilidades del terapeuta, concernientes al acomodamiento. Cuando un terapeuta trabaja con una familia, debe asociarse a los diferentes subsistemas y en diversas formas; acomodándose a las pautas de intercambios a su estilo, afecto y lenguaje. La utilización de diferentes subsistemas familiares en el tratamiento, puede ser una técnica útil. Algunos terapeutas de familia sostienen que el tratamiento debe realizarse en presencia de todos los miembros de la familia para lograr una comunicación  abierta.





UNIÓN Y REESTRUCTURACIÓN


Se hará énfasis en algunos elementos; como que la separación entre la unión y la reestructuración no es más que una distinción artificial que no marca la naturaleza de la terapia. Con esto lo que se quiere decir es que tanto la UNION o la REESTRUCTURACION no implican terapias diferentes, en este sentido; si no hay unión no hay reestructuración, no se puede hacer reestructuración si no hay unión. De hecho, el mero proceso de unión ya genera reestructuración. Teniendo en cuenta que la unión son las acciones, estrategias, y técnicas que tiene el terapeuta para relacionarse con cada uno de los miembros de la familia; las estrategias con cada uno son diferentes y el hecho de relacionarse con cada uno ya está generando una reestructuración.

La unidad terapéutica esta siempre en continuo movimiento, no quiere decir que por el hecho de ser unidad sea estática o rígida, todo el tiempo está en continuo movimiento. Algunos terapeutas hacen que la terapia sea rígida. Sin saber que en algún momento se puede estar observando, en otro evaluando, en otro estableciendo el contrato.
Para complementar lo anterior, en el proceso de unión: la exploración, la elaboración del contrato terapéutico y la producción del cambio se producen constantemente en una secuencia de caleidoscopio (es decir, que si mueven los mismos elementos de manera diferente cambia su forma y la estructura; por lo que se puede decir que hubo una reestructuración. Lo que quiere decir que no es importante que primero hagamos observación; y después lo otro de una manera secuencial y rígida (no importa el orden), eso hace parte de la unidad terapéutica, de su dinámica y flexibilidad.

Como ejemplo tenemos el diagnostico que sucede después de haber hecho una observación y una evaluación. Pero dada la relación que se establezca con la familia se puede hacer un cambio de entrada sin necesidad de haber hecho el diagnostico. Después pueden modificarse otras cosas; o sea que el diagnóstico es algo que se está moviendo todo el tiempo.

Por último, es importante señalar los enfoques con respecto a la unión y  la reestructuración. El enfoque TRANSFERENCIAL en este, no es necesario que el terapeuta se una a la familia y se entiende porque la familia le transfiere todo el saber al terapeuta (o sea que lo que él diga es lo que la familia pasará a hacer). El enfoque EXISTENCIAL, en este si es importante la unión; en el primer enfoque el terapeuta considera ver el interior de la familia desde afuera para realizar interpretaciones. En cambio en el existencial el terapeuta  se une a la familia y desde adentro observa la familia como un miembro más, él no se distancia. En el enfoque ESTRUCTURAL los dos procesos son importantes: es decir que es necesario unirse y otras veces salirse para que se genere la reestructuración; ligarse, desligarse, interpretar y comprender, de esta forma se producirá el cambio, la reestructuración.

La separación entre unión y reestructuración constituye solo una distinción artificial, lo cual no caracteriza el despliegue natural de la terapia. Se considera que la unidad terapéutica se encuentra en continuo movimiento junto con el proceso de unión, exploración, y observación. El enfoque estructural considera que ambos tipos de operación son esenciales para la terapia.



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