VII
FORMACIÓN DEL SISTEMA TERAPÉUTICO
Como punto de partida las bases
de la terapia son: la formación del sistema terapéutico y la manera como el
terapeuta logra ser líder dentro de ese sistema terapéutico, también conocido como métodos del terapeuta u operaciones de
asociación, las cuales son fundamentales en este proceso, ya que si el
terapeuta no logra asociarse a la familia y no logra establecer un sistema
terapéutico entonces la reestructuración no se va a producir y los objetivos
propuestos por el terapeuta no se alcanzarán.
También se deben tener en cuenta dos términos del mismo
proceso como son la unión
y el acomodamiento. La Unión tiene que ver con todas esas acciones que el terapeuta debe realizar
para establecer relaciones con cada miembro de la familia. Y la Acomodación es como el terapeuta logra adaptarse a la familia, pero también como esa
familia logra adaptarse al terapeuta, para lograr una alianza, para que esa alianza se produzca
se deben hacer tres cosas importantes
las cuales tienen que ver con el hecho
de aceptar: la organización de la familia, el estilo, que tiene que ver con las
costumbres familiares y el modo de expresarse,
e incorporarse en sintonía dentro de la familia. El terapeuta debe de igual
manera experimentar las pautas transaccionales que se refiere a las normas,
reglas y funciones que cumple cada miembro de la familia. Como se relacionan;
que tan fuertes son las relaciones y
como es la influencia de estas pautas; que tan marcadas o que tan flexibles
son.
Mantenimiento
donde el terapeuta proporciona apoyo a cada
miembro de la familia cuando él lo crea
conveniente, el terapeuta puede optar por mantener las pautas transaccionales
específicas.
En los entrelazamientos de la terapia, las operaciones de mantenimiento
pueden desempeñar una función de reestructuración, cuando el terapeuta apoya a
un subsistema, otras partes de la familia pueden verse obligadas a reestructurarse
o acomodarse a este apoyo. (Minuchin,
2003:188).
Rastreo
el terapeuta indaga y hace seguimiento al
contenido de las comunicaciones y a las conductas de la familia. El rastreo
fortalece a los miembros de la familia al estimular la información.
Y por último el Mimetismo el terapeuta se asemeja a los miembros de la
familia para poder acomodarse al estilo familiar y a sus modalidades afectivas,
de este modo adopta el ritmo familiar.
DIAGNOSTICO
A partir de la suposición hecha por el terapeuta se desarrolla
una investigación de sus experiencias y observaciones que están relacionadas
con el proceso de unión familiar. Al
evaluar las transacciones de la familia el terapeuta se concentra en seis áreas
fundamentales: Una - la estructura de la familia, sus pautas transaccionales
preferibles y las alternativas disponibles. Dos - la flexibilidad del sistema y
su capacidad de elaboración y reestructuración. Tres - la resonancia del
sistema familiar, su sensibilidad ante las acciones individuales de los
miembros. Cuatro - el contexto de vida de la familia, analizando las fuentes de
apoyo y de stress en la ecología de la familia. Cinco - el campo de desarrollo
de la familia y su rendimiento en las tareas apropiadas a este campo y Seis - los
síntomas del paciente identificado para analizar el mantenimiento de las pautas
preferidas por la familia.
El
contrato plantea un acuerdo de ayuda para la familia con el problema que ha
traído a terapia. Cuando ya el terapeuta ha identificado el problema
manifestando, procede a buscar el origen del problema donde incluye las
interacciones familiares. El tratamiento se puede realizar en el consultorio,
en la casa, en la escuela, se puede desplazar de un lugar a otro, considerar la
frecuencia de las sesiones y el tiempo que se extenderán. Todos esos términos
pueden modificarse a medida que la terapia va evolucionando.
La
unión con un subsistema constituye una intervención reestructurante, debido a que
otros miembros de la familia deben reagruparse para que se pueda absorber el
impacto de la alianza del terapeuta con otro subsistema. Las técnicas son
habilidades del terapeuta, concernientes al acomodamiento. Cuando un terapeuta
trabaja con una familia, debe asociarse a los diferentes subsistemas y en diversas
formas; acomodándose a las pautas de intercambios a su estilo, afecto y
lenguaje. La utilización de diferentes subsistemas familiares en el
tratamiento, puede ser una técnica útil. Algunos terapeutas de familia sostienen
que el tratamiento debe realizarse en presencia de todos los miembros de la
familia para lograr una comunicación
abierta.
Se hará énfasis en algunos
elementos; como que la separación entre la unión y la reestructuración no es
más que una distinción artificial que no marca la naturaleza de la terapia. Con
esto lo que se quiere decir es que tanto la UNION o la REESTRUCTURACION no
implican terapias diferentes, en este sentido; si no hay unión no hay
reestructuración, no se puede hacer reestructuración si no hay unión. De hecho,
el mero proceso de unión ya genera reestructuración. Teniendo en cuenta que la
unión son las acciones, estrategias, y técnicas que tiene el terapeuta para
relacionarse con cada uno de los miembros de la familia; las estrategias con
cada uno son diferentes y el hecho de relacionarse con cada uno ya está
generando una reestructuración.
La unidad terapéutica esta
siempre en continuo movimiento, no quiere decir que por el hecho de ser unidad
sea estática o rígida, todo el tiempo está en continuo movimiento. Algunos
terapeutas hacen que la terapia sea rígida. Sin saber que en algún momento se
puede estar observando, en otro evaluando, en otro estableciendo el contrato.
Para complementar lo anterior, en
el proceso de unión: la exploración, la elaboración del contrato terapéutico y la
producción del cambio se producen constantemente en una secuencia de
caleidoscopio (es decir, que si mueven los mismos elementos de manera diferente
cambia su forma y la estructura; por lo que se puede decir que hubo una
reestructuración. Lo que quiere decir que no es importante que primero hagamos
observación; y después lo otro de una manera secuencial y rígida (no importa el
orden), eso hace parte de la unidad terapéutica, de su dinámica y flexibilidad.
Como ejemplo tenemos el
diagnostico que sucede después de haber hecho una observación y una evaluación.
Pero dada la relación que se establezca con la familia se puede hacer un cambio
de entrada sin necesidad de haber hecho el diagnostico. Después pueden
modificarse otras cosas; o sea que el diagnóstico es algo que se está moviendo
todo el tiempo.
Por último, es importante señalar
los enfoques con respecto a la unión y
la reestructuración. El enfoque TRANSFERENCIAL en este, no es necesario
que el terapeuta se una a la familia y se entiende porque la familia le
transfiere todo el saber al terapeuta (o sea que lo que él diga es lo que la
familia pasará a hacer). El enfoque EXISTENCIAL, en este si es importante la
unión; en el primer enfoque el terapeuta considera ver el interior de la
familia desde afuera para realizar interpretaciones. En cambio en el
existencial el terapeuta se une a la
familia y desde adentro observa la familia como un miembro más, él no se
distancia. En el enfoque ESTRUCTURAL los dos procesos son importantes: es decir
que es necesario unirse y otras veces salirse para que se genere la
reestructuración; ligarse, desligarse, interpretar y comprender, de esta forma se
producirá el cambio, la reestructuración.
La
separación entre unión y reestructuración constituye solo una distinción
artificial, lo cual no caracteriza el despliegue natural de la terapia. Se
considera que la unidad terapéutica se encuentra en continuo movimiento junto
con el proceso de unión, exploración, y observación. El enfoque estructural
considera que ambos tipos de operación son esenciales para la terapia.
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